1.- Clavadoras para madera

Este tipo de clavadora es el tipo de modelo más empleado, según la potencia puede emplearse en diferentes piezas de madera. Asegura un buen trabajo y acabado en el montaje de andamios, encofrados, estructuras y plataformas de jardín, estructuras de construcción en edificios, techos y paredes así como en cualquier clase de superficie (ya sea en seco o de construcción tradicional). Generalmente se trata de clavadoras neumáticas que trabajan con clavos de 2,8 mm de diámetro y hasta 3,5 mm de pulgadas de longitud. Pueden servir para prácticamente cualquier tipo de madera.

2.- Clavadoras para chapa corrugada

El segundo de los tipos de clavadora según aplicación disponibles son las clavadoras para chapa corrugada. La chapa corrugada es un material que normalmente se emplea para forrar superficies exteriores (suelos, techos o paredes) gracias a su gran resistencia a la corrosión y a que pueden aportar gran solidez y resistencia a una estructura. Por lo mismo, se requiere de modelos de grapadora que cuenten con cierta potencia para poder penetrarlas y obtener un buen resultado.

3.- Clavadoras para el montaje de techos

A la hora de elegir qué clavadora usar también debemos fijarnos en factores como el peso y posición de la estructura o material sobre el que se va a trabajar. Este tipo de clavadoras para techos normalmente emplean un tipo de clavo especial y están pensadas para fijar membranas para la impermeabilización de un techo así como para el fijado de sus tejas. Son un tipo de grapadoras que trabaja generalmente con bobinas de clavos para manejarlas más rápidamente. Este tipo de clavadoras son fáciles de manejar y ligeras.

4.- Clavadoras para brads o clavos pequeños con cabeza

Estas clavadoras están especialmente indicadas para trabajar con clavos pequeños con cabeza, también llamados brads. Se trata de un tipo de clavo con cabeza en forma de T que puede quedar oculto fácilmente. Por lo tanto, este tipo de clavadoras se emplean preferentemente en trabajos donde se busca que el clavo quede disimulado en la superficie. Por ejemplo, en trabajos de construcción de muebles, marquetería, cuadros, fijación de molduras y embellecedores en general así como trabajos de artesanía. Por lo tanto, es un tipo de clavadora más indicada para trabajos finos ya que no provocan ninguna clase de rotura o fisura en la madera.

5.- Clavadoras para pin o clavo sin cabeza

Estas clavadoras trabajan con un tipo de clavo cuya cabeza es aún más fina. Normalmente este tipo de clavadoras y su consumible se emplean en trabajos muy finos como molduras o piezas de artesanía de pequeño tamaño. Los pins son un tipo de clavo sin cabeza, lo que les permite penetrar en la superficie sin dejar rastro de su presencia.

6.- Clavadoras para suelos, rodapiés y zócalos

Elegir qué clavadora usar a la hora de trabajar sobre superficies que van a tener un constante uso es de vital importancia. Esto vale muy especialmente para los suelos, que son superficies que experimentan mucho uso, torsión y deformación con el paso del tiempo. Por ello, existen clavadoras específicas que están enfocadas en piezas como zócalos y rodapiés: superficies normalmente hechas de madera y que requieren de una herramienta manejable para obtener un buen resultado.

7.- Clavadoras para hormigón

La clavadora de hormigón es la que más potencia tiene. Se emplea normalmente en usos industriales y son las únicas capaces de penetrar en dichas superficies. Así pues, no sería suficiente con una clavadora de madera, a pesar de que se parecen. Estas clavadoras son neumáticas y tienen una finalidad específica, por lo que no es muy común emplearlas.

1.- Clavadoras neumáticas

Las clavadoras neumáticas reciben su nombre de su motor, que funciona con gas aire comprimido. Por ello, este tipo de clavadoras requieren de un compresor, que es el que les suministra dicho gas. Se trata, por lo tanto, de un tipo de clavadora indicada para trabajar en talleres y trabajos de bricolaje o construcción. Funcionan a través de un gatillo para expulsar el consumible y suelen tener bastante potencia. Igualmente, cuentan con una función específica para poder regular la profundidad a la que penetra el clavo.

Este tipo de clavadoras son empleadas normalmente por profesionales que las usan para diferentes tareas y diferentes estructuras. En efecto, poseen la ventaja no solo de tener una gran potencia y versatilidad, sino también de poder disparar una gran cantidad de consumibles de diferentes tamaños, lo que hace todo el trabajo más sencillo y rápido.

2.- Clavadoras eléctricas

Las clavadoras eléctricas son otro de los tipos más corrientes de clavadoras. A la hora de elegir qué clavadora usar, estas pueden ser ideales para personas que requieran de una clavadora que no necesariamente deba ser profesional. Hay varias razones para ello: la primera es que son más manejables y simples en cuanto a su funcionamiento. La segunda es que cuentan con potencia suficiente para todos los trabajos que de forma habitual deban hacerse en casa o en tareas de bricolaje. Su funcionamiento se basa en un resorte que, al apretar el gatillo, acciona un percutor para expulsar el consumible a través de la fuerza cinética.

Entre las ventajas que ofrecen este tipo de clavadoras está su mayor ligereza y la facilidad en su manejo. Por ello, pueden ser la mejor alternativa para usuarios corrientes que no requieran de una gran potencia para los trabajos sencillos del día a día. Además, debe destacarse que las clavadoras eléctricas son mucho más baratas que las clavadoras neumáticas. Esto se debe a que las clavadoras neumáticas requieren de un compresor para funcionar y una manguera surtidora. Por ello, su precio suele encarecerse más.